La ilusión era grande, muy grande. Apenas nos pasaron la información, de primera mano, nos aferramos a ese sueño. Las negociaciones por la vuelta de Paul McCartney a la Argentina no fueron puro cuento; ninguna vendida de humo. Lamentablemente, la situación económica del país y las normas vinculadas al dólar fueron un obstáculo mayor.
Daniel Grinbank, el empresario que lo trajo por primera vez en 1993, explicó en redes sociales porque McCartney en esta ocasión, al menos este año, no vendrá al país.
“McCartney exigía cobrar todo antes de ser anunciado. Todos los que están trayendo artistas internacionales están con deudas, que pagarán en algún momento, generándoles tremendas pérdidas por más que llenen estadios”, escribió Grinbank en su cuenta de la red social X.
Evidentemente, la realidad de Brasil es otra y por eso pudo negociar los 8 conciertos, con Río de Janeiro incluido.
Por supuesto que esto no implica que Paul desestime para siempre a la Argentina. Quizás el año próximo sea otro el cantar, por el bien de todos. Pero por lo menos en estos momentos, un show de Macca en suelo argentino durante 2023 está más cerca de una utopía.
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